LOS ALTOS PIRINEOS POR NATHALIE
Vaguear después del esquí: ineludible en los Altos Pirineos.
Háblanos de tus Altos Pirineos.
Un marco propicio para el descanso. Ideal para un “break”, tomar tiempo para uno mismo, desconectar del día a día y saborear momentos preciosos para enamorados, con los niños o con amigos.
¿Qué te encanta hacer después de una jornada de esquí para enamorados?
Sin ninguna duda, ir a un centro de balneoterapia. Cada estación de esquí tiene el suyo… así ¡es fácil! Todos tienen espacios de descanso y gama de tratamientos para dejarse mimar. Uno se sumerge en las calientes y naturales aguas, vaguea, busca al otro entre los vapores del hammam, disfruta de las lagunas con sus chorros y remolinos. Para terminar, en cuanto a belleza, opto por un tratamiento o un masaje. Hay para elegir: flor de hibiscos, sal del Mar Muerto, cuenco tibetano, chocolate (¡para los golosos!)… Después de este programa, el relax es absoluto.
¿Tu zen favorito "made in" Altos Pirineos?
¡La excursión-balneoterapia! Una fórmula inédita que combina el aire libre y el agua caliente natural. Por el día, bonitos paseos por lugares mágicos (Gavarnie, el Parque Nacional de los Pirineos, el Pic du Midi...) y, por la tarde, momento de vaguear: en las lagunas, recibiendo un masaje… Una deliciosa mezcla propia de los Altos Pirineos.
¿Tu rincón predilecto para un paseo tranquilo?
Confieso tener inclinación por la Reserva natural de Néouvielle, en el valle de Aure. Con sus lagos, pinos, rododendros y sus cumbres de granito, uno tiene la impresión de evasión inmediata. El sendero de “Laquettes d'Aubert” es un bello representante de este universo preservado. Cerezas en el pastel y un chocolate caliente, al volver al refugio.
Un fin de semana ideal en los Altos Pirineos, ¿es?
Una casa de huéspedes íntima, o un hotel con sello “Hotel de encanto y carácter”. Para disfrutar del aire libre, un pequeño paseo. Para regalarse una pausa, comer en un restaurante típico y, para finalizar la jornada, un poco de balneoterapia.
Háblanos de las especialidades gastronómicas locales
El Madiran, las judías “tarbais”, el cerdo Noir de Bigorre, el cordero de Barèges-Gavarnie... y ¡muchos más! Mi pequeño pecado: un trocito de tarta caliente, para degustar. Lo habéis comprendido, ¡soy una verdadera sibarita!
¿Tu recomendación para quienes quieran descubrir la actitud zen?
¡La Gran ruta de Spas! Se compone de bellos itinerarios variados. Cada día un puerto mítico, un lugar emblemático, un centro de balneoterapia y, cada noche, un alojamiento íntimo lleno de encanto.